Es cierto que en la historia del pensamiento humano los desarrollos más fecundos nacen en la intersección de dos corrientes de pensamiento distintas. Estas corrientes pueden tener su origen en dominios (…) totalmente diferentes de la cultura (…). Desde el momento en que se encuentran efectivamente y se produce una relación suficiente que pueda ejercerse cualquier interacción real, podemos esperar los desarrollos más sorprendentes e interesantes.
(Werner Heisenberg)